El uso del mindfulness para la ansiedad o atención plena es una práctica totalmente extendida en la actualidad, con cada vez más evidencia de beneficios a nivel emocional.
¿Qué es mindfulness? ¿Cómo me puede ayudar el mindfulness para la ansiedad?
Mindfulness se define como el acto de prestar atención plena al momento presente mediante una actitud abierta y sin juzgar la experiencia. En ocasiones el mindfulness se suele confundir con la relajación, y es que, aunque en ocasiones pueda generar estos estados, no es el objetivo principal de la práctica.
¿Pero entonces, si meditar no me relaja, para qué practicar Mindfulness para la ansiedad?
El objetivo principal del mindfulness es mucho más amplio que relajarnos. Cuando estamos ansiosos, intervienen muchos componentes en este estado: pensamientos anticipatorios, catastróficos, repasos del pasado una y otra vez, rumia, preocupación, emociones desagradables, ira, frustración, etc. Lo que conseguimos con el mindfulness para la ansiedad es lograr observar toda esa maraña de pensamientos y emociones que acontecen dentro de nosotros. En ocasiones vivimos como autómatas, sin apenas percatarnos qué está sucediendo en nuestra cabeza, sin apenas ser conscientes de los pensamientos automáticos. Simplemente pensamos en algo, y automáticamente nos dejamos llevar por ellos.
Con mindfulness para la ansiedad, conseguimos que la persona se distancie de ese contenido verbal (de esos pensamientos automáticos). Imagina que estás viendo una película en el cine, y llevas tanto rato allí, que incluso sientes lo que está sintiendo el propio protagonista, empatizas con él de tal forma que piensas lo que él puede estar pensando, y si tiene alguna vivencia en la película, la vives como si fuera real en tu propia piel. Hace falta cierta conciencia para darte cuenta de que eres espectador, de que estás sentado en la butaca del cine y no eres esa persona de la película.
En nuestra cabeza pasa algo así. Nos creemos sin más toda esa película de pensamientos que tenemos, aunque ni si quiera sea real. Y ojo, ¡parece totalmente real!, igual que cuando nos poníamos en la piel del actor de la película.
Uno de los objetivos del mindfulness, por lo tanto, es distanciarnos de esos pensamientos, defusionarnos. Esto es, ver todos nuestros eventos internos (pensamientos, sensaciones, emociones) como lo que son, sólo pensamientos, emociones o sensaciones, pero no creérnoslas a pie juntillas.
El siguiente punto en la práctica del mindfulness para la ansiedad es redirigir la atención hacia un estímulo que elijamos, puede ser cualquier estímulo interno o externo. Si es interno, podemos atender a nuestra propia respiración, la postura que estamos eligiendo, alguna sensación corporal. Si elegimos estimulación externa, podemos atender a ruidos del exterior, música, un objeto, o cualquier otra sensación proveniente de fuera. Lo que se intenta aquí es observar cómo la mente, inquieta, se va constantemente hacia esos estímulos distractores, darnos cuenta de cómo sucede, cuándo, y volver a centrar la atención en aquello que queremos. Con amabilidad, sin frustrarnos ni juzgar la experiencia.
¿Cómo practicar mindfulness para la ansiedad?
La práctica de la atención plena, por lo general se suele hacer formalmente. Esto es, normalmente sentados en postura de meditación, y atendemos específicamente a una meditación guiada o a algún estímulo que hayamos elegido.
La meditación informal también es muy interesante, y solemos recomendarla para aquellos que les cuesta iniciar rutinas o tienen poco tiempo. Se trata de elegir un momento del día que suelan repetir (viaje en coche, en el autobús, paseo al trabajo, la hora de comer, de ducharse…) y entrenar esta atención plena a las sensaciones durante 5 o 10 minutos.
En caso del viaje en coche, podemos atender al paisaje, a la temperatura corporal, a las sensaciones del cuerpo en contacto con el coche, etc. En la meditación informal mientras comemos, podemos atender a los sabores, comeremos de forma pausada, sintiendo el olor de los alimentos, la textura, etc.
Se trata de que, de alguna forma, paremos un poco y observemos lo que está pasando a nuestro alrededor.
¿Mindfulness como estilo de vida?
Muchas personas entienden esta práctica como un estilo de vida para vivir en el aquí y en el ahora. Se trata de aprender a gestionar el foco atencional para poder disfrutar de todos y cada uno de los momentos que vivimos, esto nos permite librarnos de aquellos pensamientos o emociones que nos bloquean, en este caso, usaríamos el mindfulness para la ansiedad.
Si quieres empezar a practicar, puedes contactarme para pedir más información.
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